El LIBA fue inscrito como tal en la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Costa Rica en 1998. Sin embargo, el trabajo con bacterias anaerobias se inició desde 1978 bajo la coordinación de los doctores Bernal Fernández (de grata memoria) y Tillman Brunker. Desde entonces se han llevado a cabo numerosas investigaciones, diagnósticos, asesorías y aportes en bacteriología anaerobia, en áreas tan diversas como: básica, clínica, ecológica o relacionadas con alimentos, que han generado diversas publicaciones científicas de reconocido prestigio nacional e internacional y contribuciones de gran trascendencia, especialmente en el campo de la salud nacional.
Este laboratorio es el único en el país que se aboca al estudio de bacterias anaerobias, pues la mayoría de las técnicas y de los equipos que se requieren, no están al alcance de los laboratorios en microbiología.
Toda esta labor ha generado múltiples publicaciones científicas en revistas de prestigio a nivel nacional e internacional e importantes aportes al sistema de salud pública.