Los onicóforos son considerados “fósiles vivientes” porque durante más de 500 millones de años su morfología ha cambiado muy poco y han mantenido un estadio evolutivo aparentemente intermedio entre los anélidos y los artrópodos. Aquí se analiza su biología, siguiendo la historia evolutiva del grupo desde el Cámbrico hasta el presente, con especial énfasis en el estado actual del escaso conocimiento de las especies del istmo centroamericano.